DF Conexión Asia | El ascenso económico de Vietnam
FT View© 2023 The Financial Times Ltd.
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Vietnam fue la economía de más rápido crecimiento en Asia el año pasado (8%) y una de las pocas a nivel mundial en lograr dos años consecutivos de crecimiento desde la pandemia de Covid-19. La nación del sudeste asiático se ha convertido en una de las principales beneficiarias de los esfuerzos de los fabricantes para “reducir el riesgo” de su exposición a China conforme aumentan las tensiones geopolíticas entre Beijing y Occidente.
El encanto es obvio. Desde finales de la década de 1980, su gobierno comunista ha supervisado la transición de una economía controlada a un modelo más abierto y capitalista. A la vez, su proximidad a China y su vasta mano de obra joven, barata y bien educada ha atraído a los fabricantes. Aunque “Hecho en Vietnam” fue inicialmente sinónimo de prendas como los zapatos Nike, ahora se asocia cada vez más con productos electrónicos de alta gama como los AirPods de Apple.
“El país debe aprovechar el auge de la manufactura para su desarrollo a largo plazo”.
Las empresas han aprovechado la oportunidad de diversificar sus cadenas de suministro, ya que los crecientes costos laborales y los riesgos políticos han erosionado la ventaja relativa de China como destino comercial. Más de US$ 20 mil millones en IED fluyeron hacia Vietnam el año pasado principalmente desde Japón, Singapur y China. La participación de EEUU en las importaciones de Vietnam también ha aumentado casi 2 puntos porcentuales desde que las tensiones comerciales entre EEUU y China comenzaron a estallar en 2018.
Aun así, la economía de Vietnam se encuentra ahora en una encrucijada. A corto plazo, para seguir aprovechando la ola de atención de los inversores, necesita reforzar su entorno empresarial. A largo plazo, para cumplir el ambicioso objetivo del gobierno de convertirse en una economía de altos ingresos para 2045, también debe aprovechar el impulso del crecimiento de la fabricación para diversificar su economía.
Durante la próxima década, Vietnam debe aumentar su capacidad productiva para satisfacer las crecientes demandas de los planes de inversión de los fabricantes. La demografía joven proporciona una gran cantidad de trabajadores, pero la competencia por las habilidades técnicas está creciendo. Las escuelas de Vietnam tienen un rendimiento superior a nivel mundial, pero la formación profesional y las universidades necesitan un impulso. Una estructura política descentralizada significa que se necesitan numerosas firmas para obtener aprobaciones de inversión: hay que reducir la burocracia. Sobre todo, la infraestructura del país necesita mejoras: su red eléctrica está sobrecargada bajo el peso de la creciente demanda industrial.
A medida que crezca la economía de Vietnam, los salarios también aumentarán. El país no puede confiar en su modelo de bajo costo para siempre. La dependencia del crecimiento impulsado por las exportaciones lo dejaría vulnerable al volátil entorno comercial mundial. Con el tiempo, Vietnam deberá reinvertir su dividendo de crecimiento actual para apoyar el desarrollo de sectores más productivos y ricos en conocimiento para cumplir su objetivo de 2045.
El entusiasmo empresarial en torno a Vietnam está justificado. Pero queda mucho trabajo por hacer para convertir la tendencia actual de “reducir el riesgo” en prosperidad de largo plazo.